Hoy estuve ocupada. Estar ocupada es mi terapia para no extrañar. No extraño a nadie en particular. Extraño algo de cada uno de mis fulanos. Pero no extraño ningún nombre completo. Extraño distintos pedazos de los corazones rotos con los que me he topado. Pero la figura de mi nostalgia sigue sin rostro. Lo sigo dibujando a mi antojo. Generalmente eso me hace sentir bien, pero hoy me antojé un príncipe. Me antojé unos besos con amor, me antojé locura...
Hoy, me antojé encontrar un par de ojos sinceros al cruzar la calle, antes de llegar a casa.
Antojos
domingo, 6 de abril de 2008
Publicado por liliana fuentes en 19:27
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