Mi sapo favorito me dijo una vez que cuando no se escribe, es porque se está bien. Y creo que tiene razón. Generalmente son la tristeza, la nostalgia o la esperanza las que nos inspiran. Pero hoy mis palabras tienen una textura feliz. Mis labios no pueden dejar de dibujar una sonrisa y la oxitocina ha hecho maravillas en mi vida. Siempre he sido una soñadora empedernida, pero obviamente he pasado por momentos de dudas. Durante una época incluso me convertí en piedra y decidí no sentir, sólo ser y disfrutar. Confieso que la pasé bien, pero como siempre, el frío, el cielo gris y las parejas de viejitos me hacían extrañar lo que nunca tuve. Hay muchas personas que dejan de creer o simplemente se conforman con cualquier cosa porque piensan que la magia nunca va llegar a sus vidas. Muchos ni siquiera creen en la magia. Hay otras que sufren tanto que se rinden. Pero hay otros soñadores locos que sí creemos. A ellos les quiero decir que podemos encontrar sin buscar lo que siempre quisimos, y a veces incluso, nos llega a domicilio.
lili ;)
A domicilio
jueves, 26 de junio de 2008
Publicado por liliana fuentes en 23:36
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