En el mundo se pudren muchos rincones olvidados a diario. Esquinitas perdidas, familias rotas, niños trabajando, niñas prostituyéndose, abuelitas congeladas por el frío, bebitos gritándole a la nada... Mientras en mi cama calientita escribo, el mundo se va al carajo.
Las cosas están mal. En mi rincón del mundo la gente también sufre. Las lluvias nos están matando, mis niños, mujeres, abuelos, madres, duermen en carpas llenas de insectos, de oscuridad, de desesperación. El agua, que donde estoy ahora falta, en mi tierra nos ahoga. Irónico, injusto, inevitable. Nos estamos hundiendo.
Ahogados
lunes, 11 de febrero de 2008
Publicado por liliana fuentes en 15:19
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