Mi cupido favorito me dijo que saliera de la habitación. Me cambié, me puse colonia y renegué un poco por mi cabello. Con mi cara de tres noches de desvelo lo conocí justo cuando se iba. Nos encontramos de frente, busqué sus ojos, se puso nervioso y yo coqueta. Chateamos, almorzamos, reímos, nos besamos y nos hicimos novios. Y creo que encontré el par de ojos sinceros que me antojé una noche fría y triste hace algunas semanas. Tiene las orejas más lindas del mundo, ríe todo el tiempo, y cuando me abraza me siento como una niña de quince años que se enamora por primera vez. Espero que valga la pena.
0 comentarios:
Publicar un comentario