(Para nadie, para el todo que sigo esperando)
Solo necesito algunas cosas
Tan imprescindibles que lastiman
Necesito un pedazo de nube
Y un pincel de imaginación
Para darle forma
Necesito la calma que todas
Las tormentas arrastran a su muerte
Y una cortina de música
Con la que cubro mis temores
Y a la vez los aliento
Me hace falta el respiro del final del día
Y la muchedumbre de aplausos extraños
La sortija que apresa el dedo y lo vuelve visible
La compañía que se vuelve amargura en ausencia
Y el recuerdo de los que no están más
El abrazo que conmueve estos ojos que te extrañan
Y tal vez el salud que prosigue al estornudo
Que provocan los vientos que traen tu olor
Y lo llevan a rondar por el mundo que prometes
Necesito aquella mano calida de apretar
Y el amigo que falto solo cuando supo que estorbaba
El levantar la ceja y dar a entender todo
Y el pensar en vos alta que nadie espera
Pero que tampoco asombra
Necesito mucho, y mucho de eso tuve
Intenté dominarlo y mantenerlo sumiso
Pero aquello es fugaz pues libre es
Como alguna vez lo fui yo
Antes de que fueras la necesidad primera
Tan precisa y dañina como insaciable.
Sebastián Iriarte Tineo
Necesidad
viernes, 16 de mayo de 2008
Publicado por liliana fuentes en 19:17
Etiquetas: necesidad, poema, sebastian iriarte
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